Cirugía ocular LASIK sin bisturí
Tras acudir a la consulta y averiguar que el LASIK es adecuado para ti, tu médico también te recomendará qué tipo de LASIK corregiría mejor tu visión. El LASIK sin bisturí es una opción y se considera el mejor tipo porque suele tener menos riesgos y complicaciones que otros tipos de LASIK.
El LASIK sin bisturí, también conocido como IntraLase o LASIK totalmente con láser, se diferencia de otras cirugías LASIK en que el colgajo se crea con un láser y no con un bisturí manual. Con la técnica sin bisturí, las personas con córneas finas que antes no eran aptas para el LASIK pueden ser ahora candidatas debido a su precisión y a su capacidad para producir de forma constante colgajos corneales lo suficientemente finos como para tratar a los pacientes que antes no eran candidatos.
Con ayuda de la tecnología informática del Femtosegundo, el cirujano puede crear un diminuto colgajo en la córnea del paciente. Con el control del ordenador, el láser funciona a velocidades extremadamente altas, lo que permite dirigir y dividir el tejido a nivel molecular sin calor ni impacto en el tejido circundante. El láser sin cuchilla produce un colgajo corneal mucho más preciso que la cuchilla del microqueratomo tradicional. A continuación, se introduce el láser estándar, utilizado en la mayoría de las cirugías LASIK, para realizar los ajustes adecuados.
El LASIK sin bisturí suele permitir que el paciente se cure antes, ya que el cirujano puede realizar un colgajo más preciso y uniforme en el ojo, que volverá a su sitio de forma natural. Aunque tanto la cirugía ocular LASIK sin bisturí como la cirugía ocular LASIK tradicional tienen posibilidad de complicaciones, los estudios han demostrado que la cirugía LASIK sin bisturí presenta menos tasas generales de complicaciones.
La diferencia en la estructura del colgajo creada por el láser, frente a la cuchilla del microqueratomo utilizada en el LASIK tradicional, puede reducir la posibilidad de que crezcan células por debajo y empujen hacia arriba el colgajo (crecimiento epitelial interno) para crear una superficie corneal irregular con los consiguientes defectos de visión. No obstante, los cirujanos oculares han informado recientemente de una complicación postoperatoria con el Bladeless de sensibilidad lumínica inusual, como fotofobia, que parece exclusiva de este tipo específico de LASIK.
Los cirujanos partidarios del LASIK sin bisturí insisten en que la sensibilidad a la luz es un efecto secundario temporal que desaparece pronto. Los estudios también han demostrado que el LASIK sin bisturí también puede producir una menor incidencia de ojo seco postoperatorio y que se necesitan menos mejoras con el LASIK sin bisturí. Otra ventaja de la cirugía sin bisturí es que permite que una mayor variedad de personas se sometan al LASIK. Por ejemplo, las personas con córneas finas que antes no eran aptas para el LASIK con cuchilla ahora pueden ser candidatas debido a su precisión y a su capacidad de producir de forma constante colgajos corneales finos.
LASIK sin bisturí frente al LASIK tradicional
Se afirma que el método utilizado por los láseres sin bisturí para crear colgajos de córnea mejora la seguridad de la corrección visual LASIK. Bladeless utiliza energía láser para sustituir a la cuchilla del microqueratomo utilizada tradicionalmente para crear un fino colgajo en la cubierta transparente frontal del ojo (córnea). Durante la cirugía LASIK, se levanta el colgajo corneal y se remodela la córnea para conseguir un enfoque más nítido. A continuación, se vuelve a colocar el colgajo para que sirva como una especie de «vendaje» protector natural para la cicatrización. El LASIK tradicional utiliza una cuchilla de microqueratomo para crear el colgajo corneal.
Aunque las complicaciones del LASIK son relativamente raras, a veces se asocian a la cuchilla utilizada con un microqueratomo tradicional. Estas láminas metálicas pueden crear bordes de colgajo desiguales, lo que da lugar a superficies corneales anormales y defectos de visión como el astigmatismo irregular. El LASIK sin bisturí crea colgajos mediante energía láser infrarroja que inserta un patrón preciso de burbujas diminutas y superpuestas justo debajo de la superficie corneal.
El láser sin bisturí funciona a velocidades extremadamente altas (pulsos de una cuatrillonésima de segundo), lo que permite dirigir y dividir el tejido a nivel molecular sin calor ni impacto en el tejido circundante. El láser sin bisturí produce un colgajo corneal creado a una profundidad y diámetro precisos predeterminados por el cirujano especialista en LASIK.
Complicaciones del LASIK sin bisturí
Los estudios han demostrado que el LASIK sin bisturí produce menos complicaciones en general. Esta diferencia en la estructura del colgajo puede reducir la posibilidad de que crezcan células por debajo y empujen el colgajo hacia arriba (crecimiento epitelial interno) para crear una superficie corneal irregular con los defectos de visión que la acompañan. No obstante, los cirujanos oculares han informado recientemente de una complicación postoperatoria con el bladeless de sensibilidad lumínica inusual, como fotofobia, que parece exclusiva del uso del bladeless en LASIK. Sin embargo, los cirujanos informan de que la complicación de la fotofobia es temporal y puede resolverse con un tratamiento de esteroides (colirios) que dura sólo unas semanas.
Los cirujanos LASIK partidarios de la técnica sin bisturí insisten en que la sensibilidad a la luz es un efecto secundario temporal que desaparece pronto. Los resultados de los estudios han demostrado que el LASIK sin bisturí puede producir una menor incidencia de ojo seco postoperatorio. Además, parece que se necesitan menos procedimientos de mejora («retoque») cuando el LASIK se realiza con tecnología sin bisturí. Sin embargo, la contrapartida del aumento potencial de la seguridad con el uso de la técnica sin bisturí es un coste adicional del procedimiento LASIK de unos 400 $ por ojo, según Review of Ophthalmology.